Tratamiento con terapia celular avanzada
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El objetivo principal es impedir que se forme cicatrización en el músculo infartado cuando el daño es reciente.
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Se logran mejorar las cualidades y funciones del corazón para impedir que se siga deteriorando y cause otros daños a otros órganos.
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Se recupera parte de la función perdida por el daño cardiaco.
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Evitar daño en otros órganos
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Evitar la aparición futura de otros infartos
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Recuperar la función de órganos dañados.
Procedimiento de aplicación
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El implante de las células se realiza de manera intravenosa (también llamado sistémico), el cual consiste en colocar un suero adecuado a cada paciente en una vena de cualquiera de sus brazos, mientras permanece en un reposet clínico, sin necesidad de hospitalizarse.
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Este sistema de implante es muy cómodo y con mínimas molestias, de manera que el paciente puede continuar con sus actividades diarias incluyendo conducir o viajar, una vez que termina el proceso.
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Las células madre que se aplican, se llaman células madre mesenquimales o células troncales mesenquimales, y son extraídas o sacadas de un tejido llamado Gelatina de Wharton, del cordón umbilical.
Objetivos y metas de la terapia celular avanzada
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Impedir que se forme cicatriz en zonas infartadas del músculo cardiaco (infarto reciente)
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Formar o regenerar tejido del músculo cardiaco en zonas infartadas (infarto reciente)
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Disminuir el tamaño y/o número de zonas infartadas que ya formaron cicatriz o isquemia (zonas muertas)
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Disminuir la inflamación del tejido del corazón
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Aumentar la fuerza de contracción del músculo cardíaco
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Aumentar la velocidad de contracciones del músculo cardiaco
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Disminuir el tamaño del corazón, al mejorar la elasticidad del músculo cardiaco
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Formar nuevos vasos sanguíneos alrededor del corazón, para que mejoren la circulación de la sangre que lo nutre y lo oxigena
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Disminuir los síntomas de insuficiencia cardiaca como fatiga, dificultad para respirar, disminución de actividad física, dependencia al oxígeno, desmayos, mareos etc.
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Aumento en capacidad de actividad y resistencia física
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Evitar o retrasar enfermedades secundarias o complicaciones como arritmias cardíacas, insuficiencia de las válvulas del corazón, formación de edema pulmonar (acumulación de líquido en el pulmón), fibrosis pulmonar, insuficiencia respiratoria, infartos cerebrales, demencia precoz etc.
Descripción de la enfermedad y síntomas
La insuficiencia cardiaca es una afección en la cual el corazón ya no puede bombear sangre al resto del cuerpo de forma eficiente, provocando que aumente de tamaño y pierda poco a poco su elasticidad y fuerza hasta fallar totalmente y provocar un paro cardiaco. Puede deberse a múltiples enfermedades del corazón, entre ellas el infarto al miocardio.
El infarto al miocardio, es una enfermedad que se caracteriza por la muerte de una parte del músculo del corazón, que se produce cuando disminuye la cantidad de sangre que llega al músculo cardíaco a través de las arterias cardíacas, o bien deja de circular completamente debido a que éstas arterias se estrechan o comprimen por dentro debido a la presión arterial alta, o por taponamientos causados por formación de coágulos y/o colesterol.
SÍNTOMAS COMUNES DEL INFARTO AL MIOCARDIO
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Dolor intenso y prolongado en el pecho, que puede sentirse como una opresión intensa (dificultad para respirar) y que puede extenderse a brazos y hombros (sobre todo del lado izquierdo), a la espalda e incluso a los dientes y mandíbula
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Dolor leve-moderado o sensación de opresión en el pecho o “boca del estómago” que puede durar solo unos minutos.
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Dificultad para respirar
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Sudoración con sensación de frío
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Piel pálida y fría
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Mareos o desorientación
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Náusea y/o vómito
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Desmayo
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Falta de pulso
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En algunos pacientes se observan venas “saltadas en cuello o frente”
SÍNTOMAS COMUNES DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA
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Tos constante y que no se quita con ningún jarabe
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Fatiga ante actividades cotidianas con mínimo esfuerzo
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Debilidad o disminución de fuerza muscular
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Pérdida del apetito
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Pulso irregular o rápido o una sensación de escuchar los latidos cardíacos dentro de la cabeza (palpitaciones)
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Dificultad respiratoria cuando el paciente está activo o después de acostarse
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Abdomen o hígado inflamado (agrandado)
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Hinchazón de pies y tobillos
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Despertarse después de un par de horas frecuentemente debido a la dificultad respiratoria
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Aumento de peso